Muchacha



MUCHACHA

Ay, la muchacha de la Biblioteca,
¿por qué tendrá en su rostro esa ternura,
y entre montañas de literatura
brilla en mi corazón más que la Meca?

Tiene algo de princesa y de muñeca
por su elegante porte y su hermosura,
y toda el alma enferma se me cura
si la acaricia su risueña mueca.

Ay, la muchacha de los libros, libre
y luminosa como la mañana,
que bien puede envidiar su resplandor;

dejad que el alma sueñe y cante y vibre,
sintiendo, tan divina y tan humana,
al verla la belleza del amor.

Jesús María Bustelo Acevedo

Hoy



HOY

Hoy te voy a meter mano,
inefable Poesía,
porque ya se suponía
que en el fondo soy humano,


y no hay credo soberano
con más fe que tu anarquía,
y no habrá filosofía
que sin ti no crezca en vano.


Hoy quisiera disfrutar
de la esencia de tu ser,
del aroma de tu flor,


de la espuma de tu mar,
de tu cuerpo de mujer,
del silencio de tu amor.


Jesús María Bustelo Acevedo

Género Poético



GÉNERO POÉTICO

En el Edén del género poético,
todo lírico aporta con su cántico,
lo mismo el epicúreo que el romántico,
e igual el ortodoxo que el herético.

El poeta sencillo o el hermético,
ya venga del Pacífico o Atlántico,
con mayor o menor valor semántico,
sea más creativo o más mimético.

Da lo mismo si es cómico o si es trágico,
que en su pluma fructífera y poética
siempre brilla el encanto de lo mágico.

Ante el mundo desnudo o con su túnica,
con su palabra histórica o profética,
el alma del poeta siempre es única.


Jesús María Bustelo Acevedo

Quiromancia



QUIROMANCIA

Déjame la mano

para que la vea
y que en ella lea
tu destino humano.

Déjame tu mano,
que aunque no se crea
no hay guapa ni fea
ni enfermo ni sano

que tenga una mano
que yo no la lea
sin trampa ni en vano...

¡No dejes que sea
quien llora la mano
que más se desea!

Jesús María Bustelo Acevedo

Eterno Presente



ETERNO PRESENTE


En el Eterno Presente

no hay dolencia ni indolencia,
sino sólo la sapiencia
de gozar perennemente.

No hay frente que nos afrente,

ni ciencia de la inconsciencia;
ni tampoco diferencia
o indiferencia que cuente.

No se encuentra en el Eterno

Presente nada de cuanto
pudiera causar dolor.

Ni anarquía ni gobierno.

Sólo el Espíritu Santo
de la Dicha y el Amor.

Jesús María Bustelo Acevedo

¡Mi Gran Amor!



¡MI GRAN AMOR!


Cuando aparece de sopetón

alguna cosa que me desquicie,
con un poquito que te acaricie
me ofreces toda mi salvación.

La maravilla de sensación

que hay en la piel de tu superficie
hace que al punto se me reinicie
fervientemente toda ilusión.

Aunque lo intente, sé que no puedo

ni hallar más gloria ni hallar más credo
que la verdad de tu religión.

Y si rechazas callado el queso,

agradecido pongo un gran beso
sobre tu torso, ¡mi fiel ratón!

Jesús María Bustelo Acevedo

¡Abrazos gratis!



¡ABRAZOS GRATIS!


Abracémonos todos confiados

en ese sano y próspero presente
de la vida que permanentemente
nos deja ante su júbilo abrazados.

Abracémonos todos entregados

a la victoria de la honrada gente,
sincera, luminosa, transparente,
y auténtica y feliz por todos lados.

Abracémonos todos, que un abrazo

es la verdad más pura y amorosa
que el corazón ferviente nos ofrenda,

ese inefable e invisible lazo

que nos vuelve la vida venturosa
al transitar por su bendita senda.

Jesús María Bustelo Acevedo

¡Mi Poema!



¡MI POEMA!


¡Joder, si es mi poema! ¿Qué hace ahí?

Y tiene abajo un nombre que no es mío...
O mucho me equivoco o hay un tío
que acaba de robarme porque sí.

Y mira lo que dice una gachí:

"Adoro todo el arte y poderío
que expresas en tus versos con el brío
que solamente puedo hallar en ti".

¡Y luego hay más señoras y señores

que en comentarios muy aduladores
expresan su infinita admiración...!

¡Y hay un bombón que hasta su amor implora

pues dice que su musa la enamora...!
¡Pero que afortunado es un ladrón!

Jesús María Bustelo Acevedo

Yo soy Dios



YO SOY DIOS

Yo soy Dios, infinito y poderoso,
y controlo los hilos tan dispersos
con que todos los mundos y universos
se mueven en el orden armonioso.

Soy Dios, trabajo incluso si reposo,
y lo mismo que un lírico en sus versos,
dejo mis actos, santos y diversos,
en el poema de la vida hermoso.

Y soy el que lo afirma con orgullo,
que hasta estoy en el alma del capullo
que negándome empieza a florecer,

y poco importará si falta al Cielo,
al que le sobra espacio para el vuelo
con el que eleva a Mí todo su Ser.

Jesús María Bustelo Acevedo

Poeta Divino



POETA DIVINO

Bellos versos, Señor, te felicito:
el mar, el sol, la luna, las estrellas,
la flor, la brisa... Tantas cosas bellas
que hicieron tu poema tan bonito.

Tú que eres ese lírico infinito
que has dejado de ti preciosas huellas
en tus obras geniales, ¿por qué en ellas
le dejaste su sitio a lo maldito?

¿Será porque sin ello, aunque me asombre,
no se puede a tu forma hacer al hombre
y donde hay un acierto hay un error?

¿O será que tu obra no ha acabado
y tu mano en sí misma ha delegado
para que la acabemos con amor?

Jesús María Bustelo Acevedo

Yguardá



YGUARDÁ

Estimadas mujeres y mujeras
de la patria y la matria que es España
y es Españo, este año y esta aña
no ponernos más peros ni más peras.

Abrazad el derecho y la derecha
de vivir con amor y con amora
disfrutando del oro y de la hora
como os salga del pecho y de la pecha.

Estimadas doncellas y doncellos,
juntad al corazón la corazona
para que se contagien de ellas ellos

y gocen cada don y cada dona
con las pasiones bellas y los vellos,
siendo igual el varón y la varona.

Jesús María Bustelo Acevedo

Madrenuestra



MADRENUESTRA

Madre nuestra que estás en el Cielo,
Madre nuestra que estás en la Tierra,
Madre nuestra que estás en el vuelo
de esa prole que acierta y que yerra.

Madre nuestra que el bien nos desvela,
Madre nuestra que el mal nos entierra,
que en la estrella lejana rïela
y el calor de un abrazo encïerra.

Madre nuestra que das el consuelo
a quien sufre por mor de esa guerra
que ha erigido en su torre de hielo

a la que temeroso de aferra
sin sentir el calor de tu Cielo,
Madre nuestra que estás en la Tierra.

Jesús María Bustelo Acevedo

Encadenado



ENCADENADO

¿Encadenado verme? ¡Ni en pintura!
Que yo estoy a ser libre condenado,
pero si han de tenerme encadenado
que me encadenen bien a tu cintura.

¿Encadenado? ¡Ni en literatura!
Que mi orgullo me tiene liberado,
aunque quedo rendido y dominado
cuando contemplo en ti tanta dulzura.

¿Encadenado yo? ¡Ni en escultura!
Que tengo que volar por cualquier lado
como el albatros lo hace allá en la altura.

Pero me tienen tan enamorado
la danza de tu piel, tu arquitectura,
que los vuelos los dejo en el pasado.

Junto a tanta ternura,
es un placer estar encadenado.


Jesús María Bustelo Acevedo
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