Enciendo el corazón
ENCIENDO EL CORAZÓN
Enciendo el corazón
para que se ilumine el Infinito,
viviendo en la verdad y en la ilusión,
ajeno a aquellos cínicos que el mito
de la igualdad maldito
nos quieren imponer sin condición,
metiéndonos en saco pequeñito
lo mismo que a un amórfico montón.
Enciendo el corazón, con alegría,
igual que la alborada nos enciende
el mundo y lo rebosa de color,
y contemplando atento al Dios del día
aprendo la verdad que no se aprende
porque todo es amor.
Jesús María Bustelo Acevedo
Soy el Hijo del Cielo
SOY EL HIJO DEL CIELO
Soy el Hijo del Cielo, el Infinito,
el que siempre regresa con su Madre,
despreciando la voz que se desmadre
y entregado al silencio más bendito.
Más allá de la máquina y el rito,
es la selva mi hijastra, y mi compadre
cada arcángel azul que lleva al Padre
dentro del corazón feraz y ahito.
Soy la música blanca donde siembra
cada estrella semillas de colores
engendrando mi cántico inmortal.
Soy la sombra viril y soy la hembra
que ilumina los sueños y las flores
y que encuentra en lo eterno su final.
Jesús María Bustelo Acevedo
El Soneto del Minuto
EL SONETO DEL MINUTO
Escribiré un soneto en un momento,
sin que cuente ni importe el resultado,
porque una vez lo tenga terminado
a nadie importará si me arrepiento.
Aunque nunca lo hago, y nunca miento,
como Jorge Manrique, el inspirado
poeta que ha su padre hubo cantado,
cuando esté falleció, con sentimiento.
Escribiré un soneto en un instante,
pues no precisa más la Eternidad
ni menos vale un corazón amante
que fluye donde fluye la Verdad...
Y si no lo encontráis interesante,
por el tiempo perdido, ¡disculpad!
Jesús María Bustelo Acevedo
Cocreo, cocreas y cocreamos
COCREO, COCREAS Y COCREAMOS
Cocreo, cocreas y cocreamos,
con tanto cocreo ya creo que
más que cocrearnos cacareamos,
aunque ya no crea que cocreé.
Lo que yo no creo es que el cocrear
sea cosa de un coco que crea un credo,
que es el coco loco, creando el miedo,
quien las creaciones suele negar.
Es el Creador el que crea y dora,
y el que adora y cree, la crïatura,
que una vez crïada es tan creadora
cual Quien la creara perenne y pura,
y ahora crea aquí y aquí crea ahora,
pero el que no crea tendrá su cura.
Jesús María Bustelo Acevedo
Siempre es Domingo
SIEMPRE ES DOMINGO
Hoy es domingo, el día del Señor,
todo un señor de día para ser
más hombre, más persona, más mujer,
y lejos del ayer y del rencor.
Sin llanto, sin el duelo, sin dolor,
sin miedo de la dicha y el placer,
gozando del eterno don de ver
que siempre hoy es el día del Señor.
Hoy es domingo, y todo el porvenir
se llena de verdad de norte a sur
como una fuente mágica de amor.
Y mueren el faquir con el tahúr,
y viven como tienen que vivir,
gozando de este día del Señor.
Jesús María Bustelo Acevedo
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