Enciendo el corazón
ENCIENDO EL CORAZÓN
Enciendo el corazón
para que se ilumine el Infinito,
viviendo en la verdad y en la ilusión,
ajeno a aquellos cínicos que el mito
de la igualdad maldito
nos quieren imponer sin condición,
metiéndonos en saco pequeñito
lo mismo que a un amórfico montón.
Enciendo el corazón, con alegría,
igual que la alborada nos enciende
el mundo y lo rebosa de color,
y contemplando atento al Dios del día
aprendo la verdad que no se aprende
porque todo es amor.
Jesús María Bustelo Acevedo
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