A Dios sólo el silencio lo despierta
A DIOS SÓLO EL SILENCIO LO DESPIERTA
A Dios sólo el silencio lo despierta,
que es sordo a nuestros gritos; solamente
el alma simple, plácida y silente
consigue mantener su oreja abierta.
El loro se equivoca, y siempre acierta
el que se eleva silenciosamente,
y si a él nada en el mundo hay que le afrente,
el alma escandalosa ya está muerta.
A Dios, que está en los nobles corazones
y que jamás entiende los razones
que exhibe quien carece de valor
en una lengua que en el mal se apoya,
tan sólo se despierta con la joya
perenne de las almas: el Amor.
Jesús María Bustelo Acevedo
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